jueves, 31 de agosto de 2006

SUSANA BRILLÓ EN CÓRDOBA

La diva participó ayer por la tarde de un encuentro solidario en Córdoba, ante un recinto colmado de fans. En la entrevista habló de su vida privada, de sus deseos de ayudar y de cómo será su vuelta a la TV.

Aquí reproducimos parte de una entrevista publicada por La Voz del Interior, en la cual Susana Giménez cuenta de todo.

Esta es tu primera presentación pública del año. ¿De dónde nace este compromiso con los chicos y cómo encaja en tu perfil de diva?
–Fue más sencillo de lo que todos piensan, como casi todas las cosas en la vida. Me lo propusieron, me llamó Karina Rabollini, que estuvo el año pasado, y me explicó de qué se trataba: desnutrición infantil. Por supuesto que iba a venir. Nos pusimos en contacto con los organizadores y aquí estoy. La causa lo amerita, y aparte porque es un año en el que no estoy haciendo nada y puedo venir.

–¿Qué satisfacciones personales encontrás en este tipo de acciones, que por otro lado han sido una constante en tu carrera?
–Siempre trato de ayudar, pero en privado, porque no me gusta que se sepa. Mi mamá me decía siempre que hay que hacer el bien, pero si se sabe no tiene gracia. Esto es público porque, obvio, es Córdoba, se venden entradas y lo recaudado es a beneficio.

–¿Cómo definirías tu rol público fuera de lo profesional? ¿Sentís responsabilidad social a partir del cariño que tiene la gente por vos?
–A veces sí la siento porque digo ¡guau!, es como muy fuerte, o me dicen que les alegro la vida, que los hago sonreír u olvidar sus problemas. No es poco. Mi responsabilidad es que se diviertan, dentro de lo mío, mi responsabilidad número uno es entretener.

–Hablás poco de tu vida privada, ¿hacerlo a cambio de un fin benéfico es un equilibrio justo?
–Totalmente. Siempre es beneficio para las revistas, ahora tiene un propósito bueno. Evitar que se hable de mi vida no pude hacerlo nunca, no voy a empezar ahora.

–¿Considerás que este perfil solidario que elegís hacer público puede llegar a reemplazar el protagonismo mediático que han tenido tus relaciones sentimentales?
–No sé. A la gente le interesa mucho más lo otro que esto. Al público por ahí le interesa más el chismerío, como cuando agarrás una revista para saber qué pasó con los otros. Es humano, pero también es cierto que soy una artista.

–¿Qué lectura hacés de la televisión actual, la competencia y la pelea por el rating?
–No hago ninguna lectura, no veo televisión. A todos les digo lo mismo. Estoy viajando por todo el mundo, no miro televisión. Y aparte nunca me atrevería a criticar la TV ni lo que veo. Creo que es un año bueno, pero es difícil hacer televisión. Hace 18 años que hago y no me atrevería a criticarla, sobre todo a los programas importantes, con producción.

–¿Qué sensación te quedó del último año en pantalla?
- Salí estresadísima, como loca. Por eso dije que no trabajaba este año. Imaginate que pasé de hacer un programa de una hora a otro de dos y media, en vivo, todos los días. Terminé loca. Me tuve que tomar todo el año para recuperarme, quedás trastornado.

–¿Qué tipo de programa te imaginás para tu vuelta?
–Va a ser dentro de lo mío, pero con cosas diferentes. Todo lo que yo hacía lo están haciendo ahora: canto, baile. A lo mejor hago un poco de teatro también.

La de ayer por la tarde, en La Vieja Usina, fue una charla relajada y simpática en la que no se evitó ningún tema. La entrevista en el coqueto living blanco fue llevada por Rony Vargas. Su nombre no fue al azar: la propia Susana dijo que siempre habla con Rony antes de cada temporada televisiva y ella quiso que sea él a quien tuviera adelante esta vez. “Estoy en tus manos”, le dijo la diva a Vargas, y abrió el fuego para una entrevista que comenzó con una inusitada puntualidad –las 19.30 justas–, después del show impactante de Los Cocineros y la presentación formal de Gabriela Tessio.

Susana –que vistió un impactante trajecito de cuero negro– comenzó hablando de su relación con Córdoba. Contó que aquí ganó el primer concurso de rock que se realizó en Alta Gracia, donde tuvo su primer novio. Ella pasaba los veranos allí. Luego dedicó un gran espacio al tema de la desnutrición infantil, la excusa de esta visita a beneficio de Conin, primer centro de educación y prevención de la desnutrición infantil. Giménez mostró su asombro de que siguen “pasando estas cosas en la Argentina de hoy”, y dijo que aceptó venir por su compromiso con los chicos.

“Si te hablo de mi vida privada, que sea por una causa justa”, le dijo Susana a Rony cuando comenzaron los temas más íntimos como el retiro, el dinero, la política, el affaire del Mercedes Benz, o sus noviazgos. Sobre el final de la carrera dijo que ella siempre se imaginó “que a los 38 años iba a dejar de trabajar. Ahora daría todo por volver a tener 38”, aseguró, y destacó que no piensa en el retiro.

Durante la conversación, Susana recordó el episodio del Mercedes Benz 500 (gris metalizado) y una anécdota desopilante que incluyó una recomendación del ex presidente Carlos Menem que le dijo “tiralo al río” (al auto). También se refirió a los hechos vinculados al padre Grassi.
Sobre las metidas de pata dijo que ella no se siente “mal por no saber”. “Hay gente que tiene que saber todo, como la Chiqui (Legrand), que estudia todo sobre la vida de los invitados. Yo digo ‘preguntale a qué se dedica, y listo’”.

Fuente: La Voz del Interior

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