No sólo lo clásico denota la cultura de la danza y la expresión del cuerpo, por eso Guerra demuestra sus dotes internacionalmente artísticos, esta vez marcándole su paso al tango, al folklore y variedad de ritmos e incluso potenciando el rock.
Su destacada técnica en cada acto conjura la música y la danza en un profundo sentimiento que enorgullece a todo argentino de tener a Maximiliano Guerra como uno de nuestros patrimonios nacionales en la cultura.
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